Samuel y Jonás, al encontrar un tesoro marino, se pelean y deciden cada uno por su lado salir a recorrer el mundo. Los vecinos de la muy estrecha calle La Bombilla los esperan y los imaginan vistiendo harapos en la India, cazando elefantes o embarcados en siniestros navíos fantasmas. Después de muchos años regresan. Uno de ellos se ha hecho amaestrador de pulgas, y su artista estrella, Micaela, pasa a ser la protagonista que nos hará compañía hasta la última página. Esta pareciera ser una de las grandes ideas que su autor, Alfonso Alcalde, nos sugiere en el El leve peso de la ternura: La extraordinaria e increíble historia de la pulga Micaela, una aventura con vocación de clásico universal. La vida es hermosa, aunque a veces nos sintamos muy solos, ya que siempre habrá alguien en algún lugar que nos acompañará con sus recuerdos, para llegar a nuestro corazón, que a veces es como un circo, lleno de peligros, lágrimas y remolinos pintados de risas.